Dos dedos bastan...

No hay que ser un sabio para darse cuenta
cuando por la vista, la vida se desengaña...
con dos dedos de frente para darse cuenta,
de las cosas que hoy matan la esperanza.

Con dos dedos de frente, afrontar la certeza
de que este tiempo jugaste con toda el alma
al juego peligroso de donar la existencia,
los momentos, la risa, el ser "compañeros" en la calma...

La rabia es natural cuando las palabras esperadas
no van enfocadas a la serenidad que da la templanza
sino el tener que darse por enterado de las cosas que pasan
viendo el hecho infame enfrente de tu cara...

Dos dedos bastan para darse cuenta
de que ya no es tiempo
que "ya era"
y ser amigos si que no basta...